Cada vez son más hogares los que optan por una caja fuerte empotrable antes que una de sobreponer más tradicional. Dadas las circunstancias, en los domicilios, una caja fuerte empotrable tiene la ventaja de introducirse en la pared, aumentando notablemente la seguridad y dificultando mucho la extracción. Esta clase de cajas fuertes pueden ser instaladas en otras ubicaciones como comercios y oficinas, pero es en los hogares, donde existe una mayor facilidad de encontrar un lugar que reúna las condiciones de tamaño y profundidad del hueco.
Desde Anloar, como expertos en cajas fuertes, queremos hacer hincapié en los beneficios que ofrecen las cajas fuertes empotrables respecto al resto de modelos:
Instalación más segura.
Optar por instalar esta clase de cajas, implica mayor seguridad frente a las de sobreponer. Al encontrarse todo el cuerpo dentro de la pared, son mucho más seguras, obligando a ser atacadas por la puerta de forma obligatoria. Además, en caso de empotrarse en el suelo, se podrán camuflar con facilidad y gracias a sus diseños como la CFC de suelo, la apertura es más reducida y, por lo tanto, más difícil de ser atacada.
Si bien la puerta es el único elemento que conecta con el exterior, es normal buscar prudencia en su uso y evitar así cualquier deterioro de cara al futuro. De este modo, en Anloar contamos con varios modelos de cajas fuertes empotrables que disponen de ranura con espacio suficiente para introducir documentación, pequeños objetos o dinero en efectivo sin necesidad de tener acceso a la caja y por ende, sin hacer uso de la puerta.
Esconderse con mayor facilidad.
En ocasiones, la mejor medida de seguridad es conseguir evitar el ataque. Una de las razones por las que la CFC de enchufe es una caja muy demandada es su diseño peculiar, por ello, las cajas fuertes empotrables sacan ventaja en términos de camuflaje, ya sea por pasar desapercibidas o por situarse tras el mobiliario o algún elemento de decoración.
Una técnica clásica de camuflaje es situar cuadros justo delante, pero debe ser importante contar con una caja de diseño plano como la Serie 1000 o la Serie Jade. De lo contrario, si sobresale ligeramente de su posición, es un claro indicio de esconder algo y por lo tanto, atraerá más la atención y no servirá como elemento disuasorio.
No pueden extraerse de la pared.
Al margen del escondite y la mayor seguridad ante ataques por estar dentro de la pared, evitar ser extraídas es otro factor importante para tener en cuenta. En estos casos las cajas fuertes empotrables cuentan con un avanzado sistema de cierre que es difícil de quebrantar.
Aun así, una de las partes más importantes de una caja empotrable reside en su instalación y, por lo tanto, en la obra realizada. Si bien se trata de albañilería en un nivel de complejidad medio, en Anloar Sistemas de seguridad recomendamos acudir a profesionales cualificados como nuestro equipo técnico, con el fin de evitar imperfecciones o problemas. Como en cualquier situación, una obra mal finalizada puede traer daños estructurales mayores, lo que aumentará drásticamente el gasto en reparaciones.
Ideales en todos los contextos.
Estas cajas es más habitual encontrarlas en domicilios, pero no por razones de incompatibilidad con empresas o comercios. Una pared apta que posea el hueco necesario es más difícil encontrarla en una oficina y lo mismo sucede con las empotrables en el suelo. Estas últimas se adaptan mejor a suelos de plantas bajas o sótanos, pero contamos con modelos con medidas menos profundas y, por lo tanto, más polivalentes como la Serie Suelo.
