No todas las cajas fuertes ofrecen la misma seguridad, en función del diseño y los materiales, el nivel de seguridad de una caja fuerte varía. En el mercado al igual que existen multitud de tipos, también existen distintos grados de seguridad, el cual será determinante a la hora de guardar elementos peligrosos como armas de fuego o los productos de un establecimiento regulado.
Desde Anloar queremos compartir cómo y por qué se califican las cajas fuertes en función de las prestaciones de seguridad que incorporan. La finalidad será poder identificar el que más se ajuste a sus necesidades.
¿En qué consiste el nivel de seguridad de una caja fuerte?
El nivel o grado de seguridad es la medida que se utiliza en la actualidad para medir el grado de resistencia de una caja fuerte ante cualquier ataque. Se entiende por ataque, el empleo de herramientas y maquinaria durante un intento de robo. No se comprende dentro de la resistencia, las cajas ignífugas, ya que cuentan con sus propias normas de resistencia al fuego, no ante ataques.
A su vez, la resistencia de una caja fuerte está determinada por el tiempo necesario para conseguir abrir la caja fuerte, utilizando distintas herramientas. Comprar una caja fuerte con un grado de seguridad certificado, se traduce en garantía de resistencia.
De esta forma, un grado de resistencia debe estar certificado por una entidad certificadora, como es el caso de España AENOR (Asociación Española de Normalización y Certificación), ofreciendo así una garantía de haber pasado unos ensayos de laboratorio. En dichos ensayos, se recrea una situación de ataque, con distintas herramientas (en función del grado solicitado) y si la caja resiste las pruebas, se le otorga la distinción de un grado de seguridad.
¿Cómo se miden los niveles?
Con el fin de unificar criterios en certificación de productos, en Europa existen las normas con la nomenclatura EN (Norma Europea). La aplicación en España de estas normas, una vez aprobadas por el órgano español correspondiente, son adoptadas bajo la nomenclatura UNE EN.
Cuando se trata de unidades de almacenamiento de seguridad, existen dos normas que funcionan como estándares europeos: UNE EN 1143-1 y UNE EN 14450. Para cajas domiciliarias, las cuales poseen una resistencia menor que (por ejemplo) una exigida para la custodia de armas, se utiliza la UNE EN 14450. Por el contrario, la norma usada en España por antonomasia es la UNE EN 1143-1, donde entran en juego las cajas homologadas por grados, con una escala desde el 0 hasta el X.
Norma UNE EN 14450.
Esta norma se aplica a cajas fuertes para domicilios o para oficinas, ya sean de sobreponer o para empotrar. Se clasifica la seguridad en dos niveles: S1 y S2. Se trata de cajas fuertes de carácter estándar, que no necesitan homologación para la custodia de ningún elemento. Simplemente aporta un valor añadido de seguridad, ya que han pasado satisfactoriamente un ensayo de laboratorio. La mayoría de las marcas distinguidas de cajas fuertes en España no utilizan esta norma para sus cajas más básicas debido a las bajas exigencias y la división que hace en solo dos grupos.
Norma UNE EN 1143-1.
Al hablar de resistencia en unidades de almacenamiento, la norma europea referente es la UNE EN 1143-1, actualizada en el año 2019. La fabricación de una caja según los estándares de la norma, convierten a las cajas en homologadas, el grado de homologación cambiará en función de las pruebas del ensayo. Esta norma regula el tipo de armeros, con un mínimo de grado I en caso de guardar armas largas, y grado III para armas cortas. Por otro lado, establecimientos regulados como joyerías o administraciones de lotería precisarán de una caja fuerte de Grado IV con cerradura específica.