Cuando un particular o empresa está en posesión de un arma, es imprescindible contar con un armero. Al margen de la seguridad que aporta tener un arma de fuego bien protegida de cualquier mal uso, un armero es obligatorio para cualquier titular de un arma de fuego. Estas estructuras permiten resguardar todo tipo de armas, ya sean cortas, como una pistola o largas, como un rifle.
Al igual que ocurre con las armas de fuego, no todos los armeros son iguales y en función de las prestaciones, podrán o no albergar un arma en su interior. Cuando hablamos de armero, se trata de una caja fuerte homologada para la custodia de armas y su permiso variará según el grado que posea el certificado del producto. Actualmente existen dos tipos de armeros, los homologados y los no homologados:
Armeros homologados
Estos son los autorizados para guardar armas de fuego. Dicha homologación debe estar respaldada por un certificado de producto, donde se acredite la construcción de la unidad de almacenamiento según las exigencias de la norma UNE EN 1143-1: 2019, de lo contrario no tendrá validez a la hora de registrarlo ante la Guardia Civil. Asimismo, el certificado de producto debe estar respaldado por un ente certificador autorizado por la ENAC (Entidad Nacional de Acreditación).
Dentro de este tipo, los más destacados son de grado I y grado III. Para guardar un arma larga, el armero deberá cumplir los requisitos de nivel I, en cambio, si se trata de un arma corta, el amero obligatorio será de grado III.
Armeros no homologados
Se trata de habitáculos destinados a la custodia de armas que no precisan una licencia específica o armas que, en caso de particulares, la ley no obliga a guardarlas dentro de un armero homologado, como es el caso de las escopetas. Aun así, esta excepción queda reflejado en la licencia Tipo E para escopetas de caza cuando se trate de un particular. Para establecimientos regulados como una armería, se podrá exhibir una escopeta de caza siempre que se encuentre inutilizada o se haya sustraído alguna pieza esencial del mecanismo.
Entre estos armeros se encuentran los de corte decorativo. Existen armas al margen de las escopetas, que pueden exhibirse en casa de un particular sin necesidad de guardarla en una caja fuerte. Cuando el arma es antigua, un particular puede exhibirla en un armero decorativo de cristal o madera, donde pueda verse la colección entera de armas, como sería el caso de las vitrinas.
Ventajas de un armero
Al tener un arma en casa por cualquier situación, puede poner en peligro al resto de la familia si se le da un mal uso, por ello, guardarla en un armero especializado es una de las mejores soluciones. Si se trata de objetos personales privados, es habitual no exponerlos y ubicarlos en algún lugar al que no todo el mundo pueda acceder. Para las armas ocurre algo similar, solo que, las cerraduras instaladas en una caja fuerte de grado I y grado III prácticamente imposibilitan el acceso a cualquiera que no sea el dueño.
En Anloar recomendamos la selección de doble cerradura para un armero, de tal forma que no se podrá iniciar la apertura solo con la llave o conociendo el código. De esta manera, la seguridad del hogar aumentará.