La seguridad de una caja se mide por la capacidad de resistir un ataque, donde mayor nivel de seguridad, implica que un intento de apertura forzada será más difícil. Para medir estos niveles, en España utilizamos la norma UNE EN 1143-1, la cual clasifica por grados a las unidades de almacenamiento de seguridad. Estas normas, al igual que sucede con las herramientas y técnicas para forzarlas, se van actualizando constantemente (esta última en 2019), por lo que se mantienen sujetas a un certificado de producto por parte de una entidad certificadora que tiene una vigencia de aproximadamente 4-5 años, dependiendo del producto. Si desea conocer las normativas de forma aplicada, puede leer Comprar un armario ignífugo barato que funcione, donde resumimos los conceptos necesarios para entender cómo funcionan los certificados ignífugos.
Si bien esta relación entre seguridad y ataques es más comprensible y fácil de determinar, no todas las cajas fuertes se certifican según la misma norma, sino que dependerá del ataque sufrido. Las cajas antifuego certificadas son un ejemplo de optar por propiedades ignífugas y así resistir las altas temperaturas de un incendio, ataque que diferirá mucho de las técnicas usadas por un delincuente. Aun así, no todas las cajas ignífugas son iguales, la seguridad ante incendios también posee su propia normativa y niveles de protección que variarán en función de lo que se quiera proteger:
Cajas fuertes para protección de papel.
Las cajas fuertes certificadas antifuego pueden estar diseñadas especialmente para la protección de papel. Esto significa que han superado de forma satisfactoria, una serie de ensayos a prueba de fuego y manteniendo las propiedades del papel en buenas condiciones. Una vez superado, la marca del fabricante debe acreditar dicho ensayo ante un ente certificador, y conseguir así la etiqueta y el documento que pruebe los resultados del ensayo.
En el caso de proteger el papel, las dos normas más usadas en Europa son la UNE EN 1047, que afecta a los métodos de ensayo para cámaras y contenedores ignífugos. Por otro lado, la NT-FIRE 017 es usada también para certificar los ensayos de resistencia al fuego, es de origen escandinavo, y aun no pertenecer a la larga familia de normas UNE, es muy común encontrar cajas certificadas bajo esta norma.
Cajas fuertes para sistemas informáticos o digitales.
Al igual que sucede con el papel, la protección de material informático en físico, como puede ser un USB, discos duros, DVD, etc. se rige por las mismas normas. La gran diferencia serán las exigencias para conseguir el certificado, dado que los ensayos, de cara a proteger estos sistemas, son más exigentes que las destinadas a proteger papel.
Estos soportes precisan de una protección añadida para evitar superar los 55ºC en el interior de la caja, mientras que el papel puede soportar hasta 170º C. Con estas certificaciones, las cajas ignífugas acrediten una resistencia al fuego para ese tipo de elementos, enfocadas para instituciones o empresas que desean evitar pérdidas de datos.
Armarios para sustancias peligrosas.
Cuando se trata de proteger a los trabajadores de laboratorios o industrias que manejan diariamente sustancias peligrosas, los armarios donde se guardan dichos productos deben estar certificados para evitar incidencias. Para ello, existe la norma EN 14470-1, la cual se encarga de regular la seguridad de armarios ignífugos destinados a salvaguardar líquidos inflamables en zonas de trabajo. Como ocurre con los demás soportes, los certificados variarán según el tiempo de resistencia al fuego, desde 30, hasta 120 minutos.