A la hora de hablar de cajas de seguridad camufladas es importante tener bien claro algunos aspectos. La idea de tener esta clase de cajas fuertes es buena por definición. Es decir, de inicio, ya le vas a poner las cosas aún más difíciles a los ladrones, ya que a la dificultad que conlleva abrir una caja fuerte, hay que añadir la tarea de encontrar dónde está escondida.
Una tarea que, si se hace adecuadamente, puede complicar mucho la labor de aquellos que quieren llevarse lo que no es suyo. Finalidad de las cajas de seguridad camufladas. Vamos a contaros algunas de las cosas que tienes que tener en cuenta acerca de estas herramientas de seguridad.
Originalidad.
Absolutamente todos hemos visto películas, series, obras de teatro, libros, entre otros, donde los escondites de las cajas de seguridad camufladas son muy poco originales. El máximo exponente de esa tendencia es esconder tu caja fuerte detrás de un cuadro.
Evita ese tipo de situaciones. La originalidad es clave. Busca sitios en tu casa donde ni por asomo vayan a pensar los ladrones que puede haber escondido algo de valor.
Naturalidad.
Como complemento al argumento anterior, es casi igual de fundamental para la seguridad de tus pertenencias aplicar la naturalidad a la acción de esconder las pertenencias. Es decir, una cosa es ser original y otra buscar algo tan distinto que acabe llamando la atención.
Hay un término medio, que es donde, como dice el refranero español, está la virtud. Hablamos de buscar un sitio natural. Un lugar de paso, que parezca «un sitio más», pero que no lo sea. Es un juego psicológico en el que realmente tienes todas las de ganar, porque juegas con ventaja.
Movimiento.
Esta última cuestión es solo para aquellos que cuentan con el espacio suficiente como para realizar la acción. Si tienes varios lugares dentro de tu domicilio donde colocar cajas de seguridad camufladas, aprovéchalos. Cambia tus pertenencias de lugar periódicamente.
De esta manera, si por casualidad los ladrones se enterasen de alguna de tus ubicaciones, siempre podrían encontrarse con que has cambiado las cosas de valor de lugar. Es otra manera más de jugar con ventaja sobre los malos.
Aprovecha la ventaja de jugar en casa.
Como hemos dicho antes, la psicología es importante en este caso. Aunque no sea de manera directa (lógicamente, nadie sabe que le van a entrar en el domicilio), proceder a esconder tus artículos más preciados en cajas de seguridad camufladas es como una partida de ajedrez. Entra el juego el «dónde podrían mirar, dónde no, y si miran aquí porque piensan que busco un sitio retorcido».
Hay una situación que tienes que tener en cuenta. Juegas en casa. Tienes la mano en la partida. Y tienes que aprovecharlo. Por ejemplo, jugando con las estructuras de la casa y con su diseño. Salvo que sea un hipotético robo de película, con un plan meticuloso, lo normal es que quien quiera entrar en tu domicilio no sepa nada de lo que se va a encontrar.
Ahí es donde tienes que aprovechar y sacarle partido al entorno: paredes, suelos, techos, habitaciones. Un pequeño retoque aquí o allá y tendrás un escondite perfecto.
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