La clasificación de las cajas fuertes se realiza en función del nivel de resistencia que ofrece ante un ataque con herramientas específicas. Para las cajas fuertes de alto nivel de seguridad, se utilizan los conceptos homologación y certificación, los cuales tienen mucha relación entre sí, pero no significan lo mismo. Ambos se utilizan para delimitar y anunciar la seguridad que posee una caja fuerte, pero es importante no confundirse al leer caja fuerte homologada y caja fuerte certificada.
En Anloar, ante los malentendidos que suelen generar estos términos, queremos exponer de forma breve y sencilla, qué plantea cada concepto. Sobre todo, entender que entre la homologación y la certificación hay diferencia.
¿En qué consiste la homologación?
La homologación de una caja fuerte refleja una aprobación de carácter oficial del producto por parte de una administración pública u órgano legal. De esta forma, la caja se considera que cumple una serie de requisitos técnicos obligatorios para comercializarse bajo el concepto “Homologada en grado…”. Para conseguir la homologación del producto, el fabricante debe demostrar la fabricación de la caja acorde con una serie de parámetros exigidos por la norma vigente, en la actualidad para cajas fuertes: UNE EN 1143-1.
Existe otra forma de conseguir la homologación de un producto, que es usada también por fabricantes para homologar sus productos. Consiste en pasar satisfactoriamente ensayos de laboratorios cualificados, de tal forma que testifiquen la resistencia y cumplimiento de normativa en un informe final.
¿En qué consiste la certificación?
La certificación sirve para alegar que una caja fuerte cumple las exigencias y requisitos obligatorios respecto a la normativa vigente y de forma resumida, certifica que la homologación de la caja fuerte es correcta.
Para conseguir la certificación de un producto, es necesario acudir a una Entidad de Certificación, ya que sólo estos organismos será los autorizados para certificar una caja fuerte. En España, la más conocida es AENOR (La Asociación Española de Normalización y Certificación), aunque también es habitual encontrar cajas fuertes certificadas por Applus, o ECB.S. Todas ellas son entidades encargadas de evaluar el cumplimiento de las homologaciones, solicitando revisiones a líneas de productos. Asimismo, todas las entidades de certificación autorizadas en el territorio nacional se encuentran supeditadas a la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC).
Un fabricante consigue la certificación una vez que los productos son sometidos a distintos ensayos por parte de las Entidades de Certificación, que comprueban la resistencia centrándose en la homologación entregada. En caso de no conseguir resultados satisfactorios en un ensayo, el fabricante deberá corregir los problemas notificados durante las pruebas hasta conseguir superarlas y finalmente expedir la certificación. Esta certificación tendrá un periodo de vigencia, obligando al fabricante a certificar de nuevo el producto, con el fin de demostrar la correcta continuidad en la cadena de producción.
Conclusión.
Una forma de entender las cajas homologadas y certificadas y su diferencia es entrando en nuestro outlet de cajas fuertes. Mientras que la certificación es el documento que avala de forma oficial la naturaleza y requisitos de un producto, mientras que la homologación de la caja representa el nivel de seguridad en la que se ha construido. De esta forma, un armero homologado en Grado III, puede haber sido construido conforme a una normativa vigente hace unos años y ofrecer la misma protección que en su origen. En cambio, no podrá cumplir la función de almacenar armas, por culpa de ofrecer un certificado ya expirado
En definitiva, una caja fuerte homologada no cambia su seguridad con el paso del tiempo, sin embargo, las normativas se van actualizando, añadiendo nuevos métodos de ensayo más sofisticados.