Blog ANLOAR

Blog con novedades, promociones y noticias del sector.

 

Errores sobre puertas acorazadas Parte 3

Continuamos con la sección que desmonta los mitos y mentiras relacionadas con las puertas acorazadas, ya sea acerca de su instalación o propiedades. Con el fin de evitar errores sobre puertas acorazadas, desde Anloar vamos a seguir informando a cualquier interesado del mundo de la seguridad físico-pasiva. Si desea echar un vistazo a la primera parte de esta sección, no dude en hacer click aquí, donde explicamos los mitos más comunes. En nuestra segunda parte, focalizamos la atención en la importancia de las instalaciones, así como, elementos para tener en cuenta y evitar falsas creencias que, una vez instalada la puerta, terminan pasando factura.

Como tercera y última parte, taremos varias nuevas afirmaciones extendidas cuyo desenlace siempre termina en una avería, rotura o simplemente no puede tomarse como una verdad categórica:

Error nº6. Los clásicos “cuanto más mejor”

Esta creencia suele estar muy extendida prácticamente en todos los sectores. Independientemente de lo que sea, se tiende a pensar (sobre todo en seguridad) que cuantos más elementos existan, más segura es una estructura, una instalación, etc. En el caso de las puertas, ocurre al referirse al número de bisagras y a la cantidad de acero usado, pero será interesante contar con más de una cerradura.

Para las bisagras, sentimos anunciar la inexistencia de relación entre la resistencia de una puerta y el número de bisagras usadas. Si bien las bisagras son un elemento indispensable para el giro de la puerta, éstas son utilizadas en función de las proporciones y peso de la puerta. La resolución más recomendada será buscar un equilibrio, evitando bisagras en el centro de la puerta, propensas a romper la linealidad vertical de la puerta. Si se desea un uso duradero, evitarlo a toda costa.

Respecto al acero, es muy frecuente entre los errores de puertas acorazadas, pensar en mayor seguridad conforme a más cantidad de acero en la puerta. El peso guarda una relación con la seguridad, pero puertas muy pesadas requieren una capacidad de soporte mayor en las paredes, más aún si son paredes de domicilio. Por lo tanto, a la hora de adquirir una puerta, es infinitamente más importante tener en cuenta el grado de seguridad que ofrece, antes que el propio peso. A fin de cuentas, una puerta acorazada es ya un elemento pesado.

De forma añadida, al hablar de seguridad y materiales, es importante tener en cuenta el concepto resistencia, y es aquí, donde encontramos el mito más extendido. Es una evidencia que la resistencia del acero viene determinada por la cantidad de pliegues y nervios que se consigan realizar. A la hora de sufrir un ataque, las herramientas se atascan en los nervios y pliegues, que junto con los rellenos (para radiales y sierras de sable) refuerzan la resistencia del acero. Este material en una puerta, por sí solo, no puede evitar ser cortado con una radial.

Error nº7. Elementos electrónicos

Si bien este último no es un error, la total sustitución de elementos mecánicos por electrónicos, muchas veces puede dar lugar a reducir la seguridad, aunque aumente el nivel de comodidad.

Por ejemplo, puede suceder que, al instalar un bombillo electrónico o bombillo digital, se gane en comodidad y control, pero en caso de ataque, contar con una pieza más vulnerable. Este elemento, ofrece un control digital de las llaves que se introducen, con el fin de saber en qué momento y quién accede a la oficina, domicilio o negocio. Aun así, el bombillo de una puerta es una parte débil, por lo que, se debe reforzar con un escudo protector, que resista un taladro y su extracción.